El 29 de septiembre entra en vigor la nueva ley de bienestar animal, que obliga a todos los propietarios de perros a contratar un seguro de responsabilidad civil, algo que hasta ahora sólo estaban obligados aquellos que poseían un perro considerado de raza peligrosa. La medida afecta a los perros pero no a los gatos
El capital asegurado depende de la compañía con la que se contrate el producto y de la raza del perro y cubrirá tanto las lesiones corporales como los daños materiales