El Tribunal Supremo (TS) ha reconocido el derecho de un hombre divorciado a recuperar parte del dinero de una indemnización personal que recibió tras un accidente de tráfico y que invirtió en la compra de un piso, un garaje y un coche de los que disfrutó junto a su esposa mientras el matrimonio, en régimen de gananciales, estuvo en vigor.