La directiva whistleblowing requiere a las empresas de entre 50 y 250 trabajadores cumplir con determinadas garantías para que los empleados puedan denunciar de manera confidencial y por tanto sin represalia alguna, aquellas conductas cometidas en el seno de la empresa, ya sea por otro trabajador o por cualquier miembro de la compañía, o en otra organización con la que el empleado esté o haya estado en contacto con motivo de su trabajo que incumplan la legalidad vigente