Las causas que motivan un ERTE deben valorarse en el momento en el que la empresa decide aplicarlo. De modo que, tal y como ha resuelto el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, el ERTE no se invalida, aunque durante su aplicación las circunstancias cambien y la evolución de los resultados económicos de la empresa no sea tan negativa como se calculó en un principio